Agua de mi agua
Bebe de mi lengua y sacia tu sed,
que entre tu boca me escurro
como hielo derritiéndose en la prisión de tus labios.
Quema dáctil mi piel,
tacto ardiente,
vapor emanando.
Haz de la carne éter,
te estoy respirando.
Y sucumbo como hoja caída en tus brazos,
como aliento gemido antes de tiempo,
suspirando.
Te amo.
Fluye río de mi vida,
desbórdate en mis entrañas,
duerme en mi vientre.
Derrámate agua de mi agua,
bebe, bebe y vuelve a beber,
nada pececito...
Te envuelvo,
capa a capa, a besos,
mordidas a labios semiabiertos.
Te deseo.
Si, te deseo...
4 comentarios:
Te deseo.
Sì, te deseo...
Eso resume el poema de manera poderosa. De manera excelente y resuena en mis oìdos.
Maravilloso
Gracias, es un gusto saber que has captado la esencia, ese deseo...
Fogosos versos mi amiga, dejas explícita tu intención de ser amada...mmm...¿sólo deseos o hay realidades?
Exquisita poesía mujer.
Me gustó.
Un beso
Un beso Daniel... ¿qué será, será?
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