Cuando la noche llega, yo, cárabo, ululo,
despliego alas, soy búho,
hago de la niebla vestimenta
y del aire mi osamenta.
Y es que el silencio impregna
de nadas el hueco nocturno,
y es ahí donde yo vuelo
sin destino, ni rumbo.
¡Ay! si pudiera ser brisa oculta en aroma de jaras,
y llegar a tu ventana, ¡Ay! si yo allí llegara,
y posar todos mis besos en esa tu dulce sonrisa,
y sonreir con dulzura en esos todos tus besos,
y robarte los suspiros y hacer del silencio el gemido,
el murmullo, rumor, eco...decir que tu nido es mi nido
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