Poemas de Amor, desamor, tristes, alegres, creativos, delirios...y Poemas de Gatos.

Amarnos como ayer


Te propongo:
Amarnos como ayer,
antes de antes de saber que nos amábamos,
un regreso golondrina al nido antiguo y al arrullo,
río donde acuáticos nos encontremos.

Que seas de noche, yo vestida de luna
y tu desnudo de plumas para en vuelo rozar labios
y prometo alejar la niebla que me cubre sombra,
esconder los colmillos y tornarme humana.

Déjame amarte a mi manera,
y me dejaré amar como tu quieras,
pero apaga el sol que me ciega,
seré nana tibia en tus mejillas,
néctar delicado cuando a tu boca me acerque,
terciopelo y brisa caricia justo antes del beso
y en el beso el trémulo sentimiento que timorato tiembla.

Cómo la primera vez, como aquella,
suspendida de tus brazos y tú susurro,
ámbar, miel que dulzura me estremezca.

Déjame perderme en tus ramas,
ser de ti la hiedra y enredarnos prisioneros
de un amor que brota hojas como la Primavera,
como la azulada marea que ola calma nos atrapa
y somos orilla y somos...amándonos, agua.

Porque me asalta un latido inquietante en el alma,
un pálpito que de ti me habla y se extraña...
se anhela amar como antaño en lecho de verde hierba,
junto al lago donde los juncos hacen caer sus cabezas
y los sauces canturrean mecidos al son que el aire les lleva.

Ser tu alondra y tú ese musgo
donde hundo embelesada mi boca,
enamorada de ti, de ti enamorada
para amarte aquí, allí, como antes...ahora.

Añoranza


Te comprendo...
y dice la bruma que mejor desabrigarse,
desnudarse del recuerdo y sumergirse en el estanque,
las ranas no serán besadas,
no antes de que caiga la luna...
y el silencio acompaña, lo sé,
porque cuando la memoria acecha
con su ímpetu de rosas de ayeres que no volverán,
el eco mudo de la voz se nos muere en la garganta,
sí, yo también estuve muda.

Te comprendo, moribundo de recuerdos
mientras las alas se nos quedan ajadas y empañadas,
es...¿Lo sabías? El vaho de la añoranza,
se queda la nostalgia pegada en el cristal de los ojos
y lluvia nos duele cuando nos resbala en lágrima.

Una hoja flotando en el agua

Se me esconde el Crepúsculo en sus rojos,
hace olas púrpuras engendrando un sendero.

Yo te busco y un silencio se acuesta a mi lado,
soledad bajo un manto negruzco,
es la dama nocturna con su son melancólico,
noche grillo que en violín me regala un abrazo.

Se me esconden los pájaros,
se me esconde tu aura,
eres sombra y yo...una hoja flotando en el agua.

¿Me regalas un poema?

Ssh! Calla y no quiebres lo silente,
que en las manos llevo hilo
y aguja para coser sueños.

Que es de noche y hace frio,
pero la musa ha llegado
abrigadita de versos,
enredada entre hojarasca
e incendiada de poemas.

Calla y musita conmigo:
¡Ven duendecilla, ven!
Cántanos con tu violín,
grillo, luciérnaga dulce,
anda y desborda tus ríos.

Un ángel ha cerrado sus alas,
ha caminado despacio,
nos ha regalado un silencio,
y el silencio nos ha hablado.

El gato escondido


Un gato escondido, un librero, estambre por los suelos,
Sin sonrisas, sin ronroneos, dos estrellas… no, un lucero.

Ahí mi habitación y mi ventana, mi cortina y yo… que observo.

El gato es negro, ni se asoma, pero es negro,
El librero va sin libros, solo el mueble… y lo quiero,
El estambre rueda, pero no hay felino… no sé que espero
Quizás monerías, dengues, melindres o remilgos… cuchicheos
Confundir estrellas, astros, planetas, lunas o resplandores en el cielo.

La noche viene a verme y el gato sigue recóndito… y yo… yo lo quiero.

Se me ha dispersado el hambre, se me ha escapado el sueño,
Solamente me queda la esperanza de soñar
Y ser humano, medio hombre o un pequeño
Que espera asome el gato sobre la barda o en alféizar.

Es mi corazón que tiene dueño
Un gatito negro,
Mínino escondido,
Timorato.
Un gato conmigo… y la soledad.

Certeras Flechas

Y cada vez que amanezco enredada entre tus ramas,
cual espectro, cual fantasma, te naces tormenta en mi cielo
y la luz...me apagas.

Sé que es certera tu flecha, poderoso y fiel arquero,
más siempre espero de más, más de lo que siempre espero,
y aún siendo diana, ¡Te quiero!

¡Ay de tu boca ese día en que pronuncie perdón!
que tus agujas son hielo y rasgan mi corazón.

(...)

En la quietud del silencio, mientras se derrama el llanto,
hay un susurro que nunca nunca oirás de mis labios,
que todo lo derramado por esos tus diestros puñales,
toda la sangre, lo sé, son jugo de las verdades.

Y asumo...

Soy desidia y soy muerte,
causa, consecuencia y coacción,
la cadena que te ahorca,
la horca que te condena,
tu jaula y tu perdición.

Más tras los cristales vácuos
siempre se queda la duda colgando del corazón,
¿De verdad tanto rencor?

Ahora cae la lluvia al suelo, la lluvia de mis pupilas,
tu me ruges en relámpagos,
yo me deshago en pedazos,
y en cada pedazo escribo...dolor,
y en cada dolor un suspiro,
y en cada suspiro ¡Ay! ...amor.